Un silencio invade mi habitación,
el chasquear de mis dedos
demuestra la ansiedad en mi corazón.
Siento el rozar mi mano con el viento
que circula por las rendijas de la ventana
mientras en el olvido queda
una voz tuya que se ahoga
con los sucesos que nos separaron.
Abro los ojos, era un sueño
aquella partida era solo un sueño,
aquel roce es el de tu mando fría
buscando calor en mi cuerpo
y el chasquear de mis dedos
era el sonido de los árboles
que nos gritaban
que lo nuestro es algo
que la naturaleza ha consagrado.
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